QUERIDOS EXTRAÑOS

Tengo algo que contarles

Sublime

Hace algunos años había escuchado decir, que una mujer tiene la forma o la silueta de una guitarra, y está claro, que están completamente equivocados ¿Pero quién los culpa? La belleza de una mujer hay que tenerle mucha devoción.

Y no, realmente no tiene la silueta de una guitarra, a como muchas personas la comparan, considero una ofensa compararlas con un pedazo de madera, que para llegar a su perfección, necesitan tallarla, lijarla, y encima ponerle cuerdas para que logren hacerla sonar. Porque mira, para tocar a una mujer no es necesario hacerlo con las manos.

Yo me tomaría el atrevimiento de representarlas con un lirio; el lirio representa muchas cosas que hay en una mujer. Su femineidad, su dulzura (si, aplica para las de temperamento fuerte) su carisma, su pureza, sus cambios de madurez, la creatividad, su resistencia, energía, su amor ardiente.

Generalmente, cuando una persona conoce a una mujer, la mayoría del tiempo se sienten atraídos por su cabello o por su sonrisa. Claro, es obvio que el amor entra por los ojos, el afamado “amor a primera vista” y sí, es cierto, no hay que negarlo. Sin embargo; es muy raro escuchar un relato de la real life, en donde digan: “Me enamoró su forma de hablar en la reunión”, “hablaba con mucha seguridad”, “Me encantó su rostro emocionado mientras se comía un enorme plato de comida, mientras se decía a si misma que eso la haría engordar”  o “Me gustan los gestos de su rostro mientras revisa la cuenta antes de pagar” porque es que, tienen que verificar si los números están en orden. Cosas sencillas como darles importancia y mirarla a los ojos cuando te hablen ¿Es muy raro no? ¿Por qué no notan eso?

Pero, realmente ¿Qué es lo que enamora de una mujer? Podría jurar que no notan sus manos cuando sostiene un simple pedazo de papel, y es que ellas lo convierten en una cosa extraordinaria, ¿han notado como el ambiente cambia cuando una mujer entra en una habitación? Su presencia no pasa inadvertida.

Su cabello es bellísimo, sí, pero, ¿han notado cuando tiene la manía con sus dedos y su cabello? usualmente lo hace cuando está nerviosa o  está pensando en hacerse más de alguna locura en el cabello, o siente que definitivamente tiene que cambiar de shampoo o “cortarse más las puntas.”

Ellas, se aburren rapidísimo, si no sos de las personas que tiene como meta divertirte con ellas, olvídalo, es inevitable perder en esa batalla, hay que saber leerlas, ser muy ágiles y atentos, para saber disfrutar cualquier idea loca con ellas.

Ellas necesitan que tengas seguridad, pero no para ellas, sino para vos, seguridad para saber que en cualquier cosa que pueda pasar no tener que pensar por los dos, y tener la confianza de que puede confiar en vos, porque pues, evidentemente no son niñeras de personas grandes, y no pierden su valioso tiempo en maderas que no agarran el barniz.

Son libres, como pequeños colibríes en un jardín lleno de flores, y si no te gusta su libertad como ellas la aman, es muy poco probable que disfrutes de todo lo que ellas tienen para darte. Ser mujer no es algo físico, es algo emocional e intelectual.

A ellas no hay que entenderlas, hay que dejarlas libres. Libres para que decidan con que ropa quieren andar, libres para que vayan donde ellas quieran; con o sin ustedes, libres para que coman lo que se les antoje, libres, para que decidan si quieren ser libres con vos o con ellas mismas.

 

Frappe

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