El error del naufragio perdido, el error de la esperanza que creias seria eterna, ahora se disipó por segundos.
Lo que creiste haber vivido, lo que creiste haber sentido, era solo el reflejo de lo que anhelabas, el falso sentido común que te pertenecia.
Y ahora, con tristeza y melancolia, suspiras lo que nunca fué, lo que nunca debio haber existido.
En este momento, eres la hoja de un arbol, que cae con el peso de la inocencia de tus sentidos, la ingenuidad de tu corazón, y el brillo que se apagó.
Mientras el viendo sopla tus costillas, te das cuenta que ya nada valió la pena, nada tuvo razon de ser, ya nada importa. Pero ni tu.
Ojalá el torbellino de viento supiese, que cada oleada, cada tambaleo representa las lecciones que me dejaste, el amor perdido, el suspiro inaudito, los impulsos robados, y el corazón vacío.
Pero llegué al suelo, me solte forzadamente al árbol de tus recuerdos y los míos, me solté de tu sonrisa en media luna, tu melodía de amor, de tus ojos de cristal, de tus brazos tiernos y amorosos.
Llegué donde terminaron tus horas de vuelo.
Ahora, espero ser esa hoja que germina y nace de nuevo, pero sin ti.
Frappe de Caramelo
Karla 24 junio, 2019
Me gustan tus escritos, te leo todos los Sábados ¿Puedes seguir publicando más?
Frappe de Caramelo 25 agosto, 2019 — Autor de la entrada
Hola Karla
Trato de subir con frecuencia, gracias por leer. 🙂